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28 de septiembre de 2005
Hay ateos
Hay ateos: personas que cren que Dios no existe, que estamos solos, y que al morir desaparecemos para siempre.
Y sin embargo, algunos de ellos conservan la capacidad de ser fuertes, de entender que llorar por alguien no debe significar morir por él, y que continuar no significa olvidar; y de sacar, de una de las peores experiencias de la vida, uno de los mejores aprendizajes: que estamos aquí sólo por un rato, y que perdemos cada minuto que no empleamos en hacer el bien.
Hay ateos a los que Dios ha iluminado con una luz especial. Ruego por tener, si un día estoy en trance semejante, su misma capacidad y su misma fuerza.
Muchas gracias por seguir adelante.
Escrito por Eleder a las 1:26 a. m.
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26 de septiembre de 2005
Apunte sobre las Cruzadas
Antes de hablar de mis últimas experiencias personales, quiero comentar unas cosas sobre cierto tema.
Que, desde luego, es un tema curioso.
Las Cruzadas son uno de los argumentos recurrentes a la hora de hablar de la crueldad de la Iglesia y de la Civilización Occidental. Ese ataque furioso y bárbaro de una sociedad atrasada, contra un Islam pacífico, civilizado y culto... Una verdadera muestra de cómo se unen la Espada y la Cruz en una orgía salvaje de violencia imperialista, etc, etc.
Y digo que es curioso. No quiero poner como máximo argumento el hecho de que, si el Islam era -como objetivamente era- culto y educado entonces, dejó de serlo; y que el luchar contra el Califato de Córdoba permitió que hoy en día España sea distinto de Marruecos. Y yo, sin negar las virtudes de la sociedad marroquí ni los vicios de la española, reconozco que prefiero vivir en un reinado borbón que en uno alauita. Pero en cualquier caso, éste no es el argumento principal.
La cosa es que, en todos los primeros siglos de nuestra era, el cristianismo se expandió por todo el Imperio Romano sin la más mínima efusión de sangre... ajena (sangre propia se vertió, y mucha). Los pueblos fueron adoptando el cristianismo por convencimiento o por conveniencia, pero en ningún caso por la fuerza de las armas. Armenia se convirtió, por propia voluntad, en el primer estado oficialmente cristiano, incluso antes de que lo hiciera el propio Imperio Romano.
Y a partir del siglo VII, la expansión armada del Islam comienza a penetrar en vastos territorios: somete todo el norte de África, que era cristiano desde siglos atrás; toman Oriente Medio, Próximo Oriente e incluso la propia capital del Imperio Romano. El intento de los países cristianos por recuperar esas tierras les lleva a las Cruzadas; e incluso tras ellas, el avance del Islam hace que media Europa acabe bajo poder musulmán.
Y, sin embargo, los belicosos y crueles conquistadores, los "malos" de las Cruzadas, son los cristianos.
¿Hay algo que no he entendido?
Escrito por Eleder a las 11:25 p. m.
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20 de septiembre de 2005
Mortales e inmortales
Tolkien decía que el tema principal de "El Señor de los Anillos" era "la muerte y la inmortalidad". Pocos lo entendimos, la primera vez que lo leímos. Pero tiene mucho de esto. Cada descripción de un elfo nos habla de las limitaciones de la mortalidad, y de lo inherente (o no) de ésta para los seres humanos.
Acabo de terminar el libro "La nave de un millón de años", de Poul Anderson. En él, junto con las escenas de distintas sociedades históricas que ya me cautivaron en su "La patrulla del tiempo", Anderson nos cuenta una historia simple pero apasionante: imaginemos que una persona normal descubre, con asombro, que no envejece, que con el paso del tiempo se mantiene perennemente joven. ¿Cómo reaccionaría? ¿Qué haría su entorno? Y, si decide ocultarse y pasar de un siglo a otro, de una época a otra, de un disfraz a otra disfraz, ¿cómo evoluciona su mentalidad y su pensamiento, cuando pasa a poseer la experiencia de miles de años, pero su mente sigue siendo la de una persona cualquiera? Heinlein ya nos habló de ello en "Los hijos de Matusalén", pero aquí Anderson nos da una perspectiva más vívida, más, si se quiere, histórica. Es un libro que merece la pena leerse.
Y que, entre otras cosas, deja claro que la maldición de la mortalidad no fue, simplemente, un acortamiento del tiempo de vida: hace falta un espíritu inmortal para vivir inmortalmente. Y ya lo dijo la escritora norteamericana Susan Ertz hace tiempo: "Hay millones de personas que ansian la inmortalidad, y no saben qué hacer una tarde lluviosa de domingo" (Anger in the Sky, 1943)
(La inmortalidad; buen tema de debate... ¿Alguien se da por aludido, o aludida?)
Escrito por Eleder a las 1:10 a. m.
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16 de septiembre de 2005
De agradecimientos
Dos agradecimientos especiales, en el día de hoy, a dos posts que me han causado una gran alegría esta semana.
Azaghâl, Pablo Ginés, autor del blog Mar Adentro, buen amigo y compañero de fatigas en la Sociedad Tolkien, ha tenido a bien dedicarme medio post en su blog, colmándome de una cantidad de elogios tan gratificantes como poco merecidos (y lo digo totalmente en serio: ¡alguien de Bilbao no puede pecar de falsa modestia! ¡Incluso la modestia normal nos cuesta!).
Y es que, además, ese medio post es mil veces más elogioso que si hubiera sido un post entero... ¡porque el otro medio lo dedica a Esperando Nacer!
Muchísimas gracias pues, querido enano. Que tus barbas crezcan largas y frondosas.
Y el otro agradecimiento es para otra compañera tolkieniana; una de las personas más élficas que conozco: Celebrinlas, que ha colgado en su blog "Ai! Laurië lantar lassi súrinen" una de esas historias que hacen que recordemos que queda esperanza en el mundo; la esperanza de todas las miradas que se encenderán cuando vean la majestuosidad de Aslan.
A Celeb, por ese post, y a Azaghâl, que fue el primero que me habló de Narnia, les dedico con todo mi cariño el post anterior, y mi agradecimiento.
Escrito por Eleder a las 11:11 p. m.
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14 de septiembre de 2005
Cachetes
En España ha salido a la palestra esta semana un interesante tema de conversación: ¿son lícitos los cachetes o azotes a los niños por parte de padres y/o profesores?
Trata el tema Malaprensa (muy interesante web de la que hablaremos otro día), pero ha sido un asunto de alcance, a raíz de cierto informe de Save the Children.
Por una parte, el diario "Que!" incluye dentro del epígrafe "tipos de violencia contra los niños" cosas como gritarle, ponerle cara a la pared o enviarle a la cama sin cenar, junto a otras como "patadas", "amenazas" o "atarle o amarrarle".
Por otra, escucho ayer en la SER a una tertuliana indignada: "¡Pegar a tu hijo! ¿Pero qué derecho tienes tú para pegar a un niño? ¡Con el mismo derecho te podría él pegar a ti!"
Y finalmente, los comentarios de los lectores de El Correo (y espero que otras muchas personas) ponen sensatez en el asunto, y declaran en casi un 80% que dar un azote a un hijo no es, necesariamente, un acto incivil e inmoral que causa traumas permanentes al niño.
Y con todo esto... uno se resiste a pensar que esto pueda estar intencionado, que se esté buscando de verdad una merma de la autoridad de los padres, y que todo esto no sea más que un nuevo frente, embrionario aún, dentro de la lucha contra el concepto de la familia... pero para resistirme será mejor que deje de oir la SER, o acabarán por convencerme.
Escrito por Eleder a las 5:06 p. m.
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13 de septiembre de 2005
Libros
Casi nunca había experimentado la sensación de comprar (o recibir en préstamo) libros con más velocidad de la que puedo leerlos. No sé si esta sensación puede parecerse a la de la gula: consumir algo bueno con intensidad insana. No sé, pero la verdad es que no puedo quejarme.
Vaya por hoy simplemente una lista de mis últimos libros leídos, o los que esperan en los primeros lugares de La Pila:
Cetaganda, de Lois McMaster Bujold. Otro libro de Miles Vorkosigan. Y otro que merecería un post entero. Las aventuras de Tom Sawyer, de Mark Twain. Un clásico que merece ser leído con cariño. No sé si las continuaciones merecerán la pena: ¿alguien quiere opinar? El león, la bruja y el armario, de Lewis: a pesar del escandaloso precio de la nueva edición en español de estos libros, no podía quedarme sin tenerlo... Hablaremos de él, y mucho. Tiempos interesantes, de Terry Pratchett. Otra obra genial de uno de los autores en lengua inglesa más leído actualmente, aunque esto en sí no sea garantía de nada. El que sea considerado como "el mejor escritor cómico en lengua inglesa desde Wodehouse" es garantía mejor. Y las carcajadas que suelto con cada uno de sus libros son la garantía final. ¡Incluso aunque no sea edificante! El cristianismo en la tierra de los vascones, de Roldán Jimeno, digno sucesor (e hijo) de Jimeno Jurío. Hagiotoponimia para intentar derribar mitos (de un lado y de otro) sobre la cristianización de los vascos. Un libro muy denso, pero interesante; y si alguien sacara una versión que complementara sus datos de Navarra con los de las tierras várdulas, caristas y autrigonas, sería algo imperdible.
Y por leer:
La nave de un millón de años, de Poul Anderson: ciencia ficción de la más elegante, como ya demostró en La patrulla del tiempo. Sólo lo he comenzado, pero promete: un viaje de varios inmortales por las distintas épocas. Veremos. El príncipe, de Maquiavelo: hace tiempo que lo tengo en la pila, y no termino de animarme a concluirlo... Quizás es porque el impulso a leerlo ha sido más morboso que otra cosa (y luego, en cualquier caso, el libro no ayuda al morbo; ni siquiera con los comentarios de Bonaparte). Mero cristianismo, de Lewis. Tendrá su post... o posts, seguramente. El hombre solo, de Chesterton. La última obra de Chesterton publicada en español. Y sigo sin encontrar La esfera y la cruz... Si alguien sabe dónde encontrarla, agradeceré ayuda. La vuelta de Don Camilo, de Guareschi. Otro de mis personajes fundamentales: tan distinto del Padre Brown, pero a su modo, igualmente entrañable. Guareschi, estando totalmente en contra del comunismo, consigue que hasta los comunistas vean sus libros con cariño. Y esto no lo consigue cualquiera.
Lo que sí estoy descubriendo es que soy un cobarde. Mis últimas adquisiciones han sido todas ellas de autores conocidos y reconocidos. Tengo que atreverme con autores nuevos... cuando La Pila vaya bajando.
Escrito por Eleder a las 12:06 a. m.
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7 de septiembre de 2005
O Rei i O Papa
Y otra noticia curiosa sobre el Papa, leída aquí:
El Papa Benedicto XVI no supo quien era el ex futbolista brasileño Pelé, durante la audiencia que éste ofreció en Colonia (Alemania) a algunas personalidades, entre ellas, el astro brasileño. [...] “Ah, ¿eres de Brasil?”, le espetó Benedicto XVI al ex jugador cuando éste se presentó como representante de todos los futbolistas del mundo. El entuerto se deshizo cuando un oportuno ayudante de la corte papal se acercó al Santo Padre y le aclaró que Pelé era “un futbolista”, con cuya información Su Santidad sí pareció reaccionar.
Me recuerda a aquella anécdota de cuando presentaron a Ava Gardner a Tolkien... "Bien vestida, pero con soltura, aplomada y placentera, nos llevamos perfectamente. Pero Graves [poeta que daba la conferencia a la que Tolkien y Ava Gardner asistían] se echó a reir y dijo: "Es evidente que ninguno de los dos había oído nunca antes del otro". Perfectamente cierto. Su nombre era Ava Gardner, pero aun así no significaba nada, hasta que la gente más advertida del mundo me informó que era una estrella cinematográfica de cierta magnitud, y que el apremio de los periodistas y la tormenta de flashes no se dirigía a Graves (por cierto, no a mí) sino a ella".
Menos mal que aún hay gente no "advertida del mundo". ¡Brindo por ello!
Escrito por Eleder a las 12:24 a. m.
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5 de septiembre de 2005
Un dilema
Veo pocas películas. Mis amigos pueden atestiguarlo (una de las frases que más he oído en los últimos cuatro años ha sido una variante de "¿¿Que no has visto <<título de película supuestamente imprescindible>>??"). Y en televisión, aún menos (no tengo. Televisión, quiero decir).
Pero en mi último viaje a la casa materno-paterna en Bilbao aproveché para ver la que ponían en ese momento, que resultó ser Esencia de mujer, con Al Paccino. Se dejó ver, aunque me sigue pareciendo que Al Pacino siempre hace variantes de un mismo papel... será eso, que veo pocas películas.
La cosa es que ésta me recordó un dilema moral, que nunca he sabido resolver correctamente; y me atrevo a plantearlo aquí, por si algún lector ocasional tuviera a bien darme su opinión (ya sabéis, "Mensaje", abajo a la derecha):
Chivarse es malo. Esto es algo que siempre he tenido claro. Nunca lo he racionalizado demasiado, pero siempre me ha parecido que dar cuenta a la autoridad del pecado de otros era algo para lo que no tenía autoridad (creo que el Padre Brown compartía esa opinión... pero claro, él es sacerdote, y quizás en su caso se trate de analogía con el secreto de confesión. Una pena, era una buena referencia).
Esto choca, en un primer momento ya, con el deber legal de "asistir a la autoridad" y "notificar los delitos", pero dejemos esto por un momento, y centrémonos en la cuestión moral.
Si un amigo mío roba, ¿es mi deber moral ir a la policía y ayudar a prenderle? ¿O más bien ir junto a él, explicarle por qué es incorrecto lo que ha hecho, e instarle a entregarse? ¿Y si ha robado a otro amigo? ¿Y si en vez de robar ha hecho algo peor? ¿Y si, al no ayudar a entregarle, estoy permitiendo que repita su acción...?
Supongo que muchos simplemente negarán la mayor, y dirán que no, que chivarse no es malo. Pero, en las pocas referencias históricas que me vienen a la mente (como la de Monseñor Laboa, nuncio en Panamá cuando el incidente de Noriega), me parece que la Iglesia ha estado más bien del lado hacia el que parece caer mi conciencia... No lo sé. Y me encantaría no tener que saberlo nunca. Pero si se diera el caso, me gustaría tenerlo claro.
¿Algún comentario?
Escrito por Eleder a las 10:16 p. m.
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4 de septiembre de 2005
Tolkien
Oxford vio, hace 32 años y dos días, la muerte del que fue el mayor creador de historias que ha visto el siglo XX: John Ronald Reuel Tolkien.
Sus libros, sus escenarios, sus lenguas... han sido fuente de inspiración para multitud de nosotros. Y no sólo inspiración literaria, sino también de índole más profunda. El catolicismo impregna totalmente su obra (como explica de forma magnífica el presbítero José Miguel Marqués Campo en su artículo
El catolicismo en Tolkien y en El Señor de los Anillos:Una aproximación con afecto). Y lo hace con delicadeza, permitiendo a los no creyentes disfrutar también de ella a muchos niveles.
No es hoy el día para hablar extensamente sobre Tolkien: vendrán otros. Pero, dos días después del aniversario de su partida, es buen momento para agradecer a quien nos recordó que la Vida no es más que una gran historia, que, sea pronto o tarde, tendrá final feliz; y por hacernos sentir esto cada vez que terminamos El Señor de los Anillos.
Escrito por Eleder a las 12:29 a. m.
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3 de septiembre de 2005
Divorcio y nieve
Una de las grandes novedades que introdujo el cristianismo fue la doctrina contra el divorcio. Y es hoy una de las más impopulares entra las que sostiene la Iglesia.
"Vale, muy bien: un casamiento es algo importante, no es un mero rito. Vale, el compromiso tiene que ser firme, tiene que ser integral, debe tomarse en serio... todo eso que dices es cierto. Pero ¿irrompible? ¿Indisoluble? ¿Y si algo sale mal? ¿Y si, por mucha seriedad que hayas puesto en la decisión, resulta haber sido equivocada? Tienes que tener una puerta abierta para volver a intentarlo. No sólo es irrazonable, sino que es totalmente irresponsable lo contrario"
Espero que quienes sostienen esto no practiquen nunca el esquí. Porque tiene que ser curiosa la figura de un esquiador, pertrechado y preparado, con sus botas, guantes y bastones, los esquíes en los pies, y una larga cuerda atada a la cintura y sujeta a un poste, "por si acaso algo sale mal en el primer salto... porque imagínate que ves que has saltado mal; pues tienes que tener una puerta abierta para volver arriba e intentarlo de nuevo, ¿no?"
Mal le irá a un esquiador así. En el momento del salto, hay que apostar, y apostar fuerte: incluso con el riesgo de acabar estampado contra un árbol. Pero las cuerdas atadas a la cintura, las "puertas abiertas", no te dan más seguridad: de hecho, limitan con mucho la posibilidad de éxito.
Quizás sea que practicar esquí es ciertamente irrazonable. Y casarse también. ¿Pero vamos a dejar de hacerlo por eso?
Escrito por Eleder a las 5:32 p. m.
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Libros leídos en 2006
- Festín de Cuervos, de George R. R. Martin
- El Imperio de los Dragones, de Valerio Massimo Manfredi
- La canción de Cazarrabo, de Tad Williams
- La comunidad del discípulo amado, de Raymond E. Brown
- El jardÃn de humo (y otros cuentos de intriga), de G. K. Chesterton
- Tormenta de Espadas, de George R. R. Martin
- El sobrino del mago, de C. S. Lewis
- Choque de Reyes, de George R. R. Martin
- Cuentos Completos II, de Isaac Asimov
- Juego de Tronos, de George R. R. Martin
- La tierra de Canaán, de Isaac Asimov
- La maldición de Chalion, de Lois McMaster Bujold
- Tehanu, de Ursula K. LeGuin
- Harry Potter y el Misterio del Príncipe, de J. K. Rowling
- Trono de Mundo Anillo, de Larry Niven
- Jesús, una biografÃía, de A. Puig
- La esfera y la cruz, de G. K. Chesterton
- La costa más lejana, de Ursula K. LeGuin
- Correr tras el propio sombrero, de G. K. Chesterton
- Mascarada, de Terry Pratchett
- Buenos Presagios, de Terry Pratchett y Neil Gaiman
- Las tumbas de Atuan, de Ursula K. LeGuin
- Un mago de Terramar, de Ursula K. LeGuin
- Dios y el mundo, de J. Ratzinger
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¡Muchas gracias a Dan Solo por el diseño!
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