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5 de septiembre de 2005
Un dilema
Veo pocas películas. Mis amigos pueden atestiguarlo (una de las frases que más he oído en los últimos cuatro años ha sido una variante de "¿¿Que no has visto <<título de película supuestamente imprescindible>>??"). Y en televisión, aún menos (no tengo. Televisión, quiero decir).
Pero en mi último viaje a la casa materno-paterna en Bilbao aproveché para ver la que ponían en ese momento, que resultó ser Esencia de mujer, con Al Paccino. Se dejó ver, aunque me sigue pareciendo que Al Pacino siempre hace variantes de un mismo papel... será eso, que veo pocas películas.
La cosa es que ésta me recordó un dilema moral, que nunca he sabido resolver correctamente; y me atrevo a plantearlo aquí, por si algún lector ocasional tuviera a bien darme su opinión (ya sabéis, "Mensaje", abajo a la derecha):
Chivarse es malo. Esto es algo que siempre he tenido claro. Nunca lo he racionalizado demasiado, pero siempre me ha parecido que dar cuenta a la autoridad del pecado de otros era algo para lo que no tenía autoridad (creo que el Padre Brown compartía esa opinión... pero claro, él es sacerdote, y quizás en su caso se trate de analogía con el secreto de confesión. Una pena, era una buena referencia).
Esto choca, en un primer momento ya, con el deber legal de "asistir a la autoridad" y "notificar los delitos", pero dejemos esto por un momento, y centrémonos en la cuestión moral.
Si un amigo mío roba, ¿es mi deber moral ir a la policía y ayudar a prenderle? ¿O más bien ir junto a él, explicarle por qué es incorrecto lo que ha hecho, e instarle a entregarse? ¿Y si ha robado a otro amigo? ¿Y si en vez de robar ha hecho algo peor? ¿Y si, al no ayudar a entregarle, estoy permitiendo que repita su acción...?
Supongo que muchos simplemente negarán la mayor, y dirán que no, que chivarse no es malo. Pero, en las pocas referencias históricas que me vienen a la mente (como la de Monseñor Laboa, nuncio en Panamá cuando el incidente de Noriega), me parece que la Iglesia ha estado más bien del lado hacia el que parece caer mi conciencia... No lo sé. Y me encantaría no tener que saberlo nunca. Pero si se diera el caso, me gustaría tenerlo claro.
¿Algún comentario?
Escrito por Eleder a las 10:16 p. m.
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Libros leídos en 2006
- Festín de Cuervos, de George R. R. Martin
- El Imperio de los Dragones, de Valerio Massimo Manfredi
- La canción de Cazarrabo, de Tad Williams
- La comunidad del discípulo amado, de Raymond E. Brown
- El jardÃn de humo (y otros cuentos de intriga), de G. K. Chesterton
- Tormenta de Espadas, de George R. R. Martin
- El sobrino del mago, de C. S. Lewis
- Choque de Reyes, de George R. R. Martin
- Cuentos Completos II, de Isaac Asimov
- Juego de Tronos, de George R. R. Martin
- La tierra de Canaán, de Isaac Asimov
- La maldición de Chalion, de Lois McMaster Bujold
- Tehanu, de Ursula K. LeGuin
- Harry Potter y el Misterio del Príncipe, de J. K. Rowling
- Trono de Mundo Anillo, de Larry Niven
- Jesús, una biografÃía, de A. Puig
- La esfera y la cruz, de G. K. Chesterton
- La costa más lejana, de Ursula K. LeGuin
- Correr tras el propio sombrero, de G. K. Chesterton
- Mascarada, de Terry Pratchett
- Buenos Presagios, de Terry Pratchett y Neil Gaiman
- Las tumbas de Atuan, de Ursula K. LeGuin
- Un mago de Terramar, de Ursula K. LeGuin
- Dios y el mundo, de J. Ratzinger
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