"Eman ta zabal zazu munduan frutua" ("Gernikako Arbola", de Iparragirre)

30 de marzo de 2007

Misericordia

Tengo miseria de no tener;
soy miserable en la cumbre.
Por no querer ser quien no soy
no soy ni siquiera yo.

Mi vacío me hace comprender
a quienes no me entienden
y aquellos que me maltratan:
sé que no soy mejor.


Espero ser yo algún día;
en mi miseria yo espero
que algo nazca de mi nada
aunque sé que nada soy.

Alguien repite en mi mente
que en mi miseria me ama,
con misericordia me quiere,
y ese alguien es mi Dios.


Si me sintiese herido
o tratado con violencia
nunca quisiera sentirme
lleno de odio y rencor.

Ha de llenarse mi alma
de infinita misericordia;
hay alguien que me lo pide,
y ese alguien es mi Dios.


Espero ser yo algún día;
en mi miseria yo espero
que algo nazca de mi nada,
aunque sé que nada soy.

Alguien repite en mi mente
que en mi miseria me ama,
con misericordia me quiere,
y ese alguien es mi Dios.
(Brotes de Olivo)


Porque sólo seré verdaderamente Yo cuando sea Él.

Escrito por Eleder a las 7:29 p. m. | 4 aportaciones

Misericordia

Tengo miseria de no tener;
soy miserable en la cumbre.
Por no querer ser quien no soy
no soy ni siquiera yo.

Mi vacío me hace comprender
a quienes no me entienden
y aquellos que me maltratan:
sé que no soy mejor.
(Brotes de Olivo)

Espero ser yo algún día;
en mi miseria yo espero
que algo nazca de mi nada
aunque sé que nada soy.

Alguien repite en mi mente
que en mi miseria me ama,
con misericordia me quiere,
y ese alguien es mi Dios.


Si me sintiese herido
o tratado con violencia
nunca quisiera sentirme
lleno de odio y rencor.

Ha de llenarse mi alma
de infinita misericordia;
hay alguien que me lo pide,
y ese alguien es mi Dios.


Espero ser yo algún día;
en mi miseria yo espero
que algo nazca de mi nada,
aunque sé que nada soy.

Alguien repite en mi mente
que en mi miseria me ama,
con misericordia me quiere,
y ese alguien es mi Dios.


Porque sólo seré verdaderamente Yo cuando sea Él.

Escrito por Eleder a las 7:29 p. m. | 0 aportaciones

27 de marzo de 2007

Dejar crecer

Las cosas crecen.

Se deja caer una semilla, y el tiempo las va haciendo brotar. Si las riegas y las cuidas, poco a poco van adquiriendo altura, y si las cuidas de las cosas que pueden dañarlas, se mantienen lozanas.

Sin embargo, a veces llega un momento en que dejan de crecer. Se detienen, y quizás hasta parezcan encorvarse, como si no hubieran adquirido un tallo lo suficientemente grueso como para soportar el peso de los años. Pueden incluso ponerse mustias, y el agua parece no hacerles efecto. Así que comienzas a olvidarlas, las riegas cada vez menos, dejas de ocuparte. Y finalmente, piensas que ha llegado la hora de olvidarlas.

A fin de cuentas, no hay que llevar una afición más allá de la diversión; y es absurdo que un hobby se convierta en una carga. Y la realidad a veces nos habla más claramente que nuestra propia conciencia.

He pensado en dejar algunas cosas, sí; en dejar morir algunas plantas que languidecían, y que quizás solo mantenía en pie por orgullo.



Pero a veces las plantas te miran a los ojos.

Y te das cuenta de que dejar morir cosas que son parte de ti no es sólo un fracaso: puede llegar a ser un pecado. Un pecado contra la Esperanza, que es uno de los peores pecados, porque no sólo mancilla el presente, sino que además pretende negar el futuro.

Y pecar contra la Esperanza sería, con absoluta claridad, pecar contra mí mismo.

Así que opto por la Esperanza. El destino de esas plantas será el que Dios quiera, pero no seré yo quien apresure su fin.

Porque todas las cosas, por pequeñas y humildes que sean, tienen su derecho a vivir.

Como un blog.

Y un smial :-)

Escrito por Eleder a las 11:14 p. m. | 7 aportaciones

23 de marzo de 2007

"Feliz del que nunca ha visto más río que el de su patria"

Alberto Lista escribió hace un par de siglos:

¡Feliz del que nunca ha visto
más río que el de su patria,
y duerme anciano a la sombra
do pequeñuelo jugaba!

Yo llegué a esta cita por Antonio Trueba. Y durante un tiempo, pese a que entendía que mi corazón no concordaba con ella... reconocía que no me dejaba indiferente; era uno de los poemas que más adentro me habían llegado. Y me preguntaba por qué.

Hoy, leyendo una glosa del propio Trueba, creo que lo he entendido.

"Lista no quiso decir que el hombre debe vivir inmóvil como la ostra allí donde nació, ni eso quiere decir el cuento. Desde la patria al cielo, que es sencillamente la paráfrasis de los versos. Lo mismo este docto literato que el autor del cuento, hombres incapaces de escribir una cosa y hacer otra, salieron de su patria y amaron y bendijeron campos que no eran los nativos, y gentes que habían nacido lejos de donde ellos nacieron. Lo que quisieron decir ambos fue: que el hombre no debe abandonar su patria deslumbrado por mentidos sueños de felicidad, y que, en el caso de abandonarla con fundado motivo, debe pensar siempre en ella, procurar su dicha, y preterirla en igual de circunstancias, para pasar el resto de sus días. La teoría de Lista y su glosador, lejos de ser la teoría de la inmovilidad, es la teoría del patriotismo"


Y, según escribo esto, la magia del Winamp me selecciona Nere herriko neskatxa maite. Ay...

Escrito por Eleder a las 2:12 a. m. | 5 aportaciones

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