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15 de mayo de 2006
Subiendo
Éste ha sido uno de los fines de semana en que más a gusto he estado en Bilbao; y no por nada en particular que haya hecho. Pero me ha venido muy bien.
Una de las cosas que sí he hecho ha sido volver al monte: tomar la senda del Eretza desde Sodupe, llegar hasta la Berenilla y bajar. Espero poder repetir la experiencia pronto por las sierras de Madrid.
Pero la experiencia, y varias conversaciones, me han recordado nuevamente lo parecida que es una excursión al monte con tantas ocasiones en la vida en las que, al principio, tienes muy claro a dónde quieres llegar; todo es felicidad cuando comienzas, pero enseguida vas dándote cuenta de que el camino es algo más duro de lo que pensabas. El calor, la sed, el cansancio... todo empieza a afectarte. Vuelves a mirar a tu destino, y te parece incluso más lejos que antes.
Hay momentos en que incluso se te acaba el agua; el terreno no parece corresponderse con lo que el mapa te dicta; los comentarios de tus compañeros de camino comienzan a hartarte, ya no estás de humor para ellos; dejas incluso de mirar el paisaje; todo se reduce a ti, tu dolor, y al sufrimiento de dar un paso más cada vez.
Seguro que todos los que habéis subido al monte alguna vez conocéis esta experiencia. Y sabéis también que, en esos casos, cuando el objetivo antes tan deseado ahora aparece como quimérico, hay algo que ayuda sobremanera: el decir "pero si da igual cuánto me queje... VOY a subir". Saber que el sufrimiento podrá azotar cuanto quiera, pero que va a dar igual: más pronto o más tarde, tardando más o menos, vamos a llegar. Y que sabemos, porque nos ha ocurrido más veces, que al final habrá fuerzas, que no tendrán que sacarnos en helicóptero, y que un segundo después de haber llegado, sonreiremos y diremos "¡Pero si no era tan difícil!".
Hasta la próxima vez que tomemos otro camino y empecemos de nuevo a subir.
Escrito por Eleder a las 11:31 p. m.
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Libros leídos en 2006
- Festín de Cuervos, de George R. R. Martin
- El Imperio de los Dragones, de Valerio Massimo Manfredi
- La canción de Cazarrabo, de Tad Williams
- La comunidad del discípulo amado, de Raymond E. Brown
- El jardÃn de humo (y otros cuentos de intriga), de G. K. Chesterton
- Tormenta de Espadas, de George R. R. Martin
- El sobrino del mago, de C. S. Lewis
- Choque de Reyes, de George R. R. Martin
- Cuentos Completos II, de Isaac Asimov
- Juego de Tronos, de George R. R. Martin
- La tierra de Canaán, de Isaac Asimov
- La maldición de Chalion, de Lois McMaster Bujold
- Tehanu, de Ursula K. LeGuin
- Harry Potter y el Misterio del Príncipe, de J. K. Rowling
- Trono de Mundo Anillo, de Larry Niven
- Jesús, una biografÃía, de A. Puig
- La esfera y la cruz, de G. K. Chesterton
- La costa más lejana, de Ursula K. LeGuin
- Correr tras el propio sombrero, de G. K. Chesterton
- Mascarada, de Terry Pratchett
- Buenos Presagios, de Terry Pratchett y Neil Gaiman
- Las tumbas de Atuan, de Ursula K. LeGuin
- Un mago de Terramar, de Ursula K. LeGuin
- Dios y el mundo, de J. Ratzinger
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¡Muchas gracias a Dan Solo por el diseño!
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5 aportaciones
Qué certero eso de: "todo se reduce a ti, tu dolor...".
4:13 a. m.
Hmmm...pues a mí me recuerda a seguir al Athletic. Sobre todo este año...
Empiezas la temporada ilusionadísima, acaban de ganar a la Real. Y miras la clasificación desde arriba, oye, que lujo. Y luego empiezan a jugar peor y a perder, y perder, y perder, y perder. Desesperas. Empiezan a irse al fondo, con el Cádiz y así. Empatan, pierden, empatan, pierden.Te cabrean, te deprimen, te vuelves a deprimir, juras no volver a ver ni la clasificación, te dan ganas de morderles la yugular. Contratan a Clemente, venden a Ezquerro, venden a Del Horno, las cosas así no pueden ir bien...y luego ganan tres partidos y no bajan a segunda, y, oye, es un alivio.
Y empiezas a pensar que pasará la temporada que viene...
8:36 a. m.
Qué razón tienes. Pero no por lo del dolor de cada uno. Cada vez que recuerdo las ampollas, me pongo a reír con cualquiera de mis compañeros, o a pensar en qué paraje de la obra de Tolkien podría estar andando y qué personajes podrían aparecer a mi encuentro. Lo que sí me encanta es, estando agotada, llegar a destino y descansar... Esos momentos de descanso y satisfacción son imapagables...
11:38 p. m.
Lily Maid, si soy del Athletic de Bilbao, es precisamente por reflexiones como ésa. Porque, además, el paralelismo tiene aún más rasgos interesantes: el seguidor del Athletic se ve tentado de pensar en estas situaciones que esto le pasa por continuar aferrándose a "tradiciones añejas", a "absurdos tribalismos"; en resumen, a pretender seguir salvaguardando un poco el espíritu de cuando un equipo de fútbol se basaba en la emoción de los chavales del barrio, no en la cartera de los representantes de las estrellas extranjeras. Y se dice "¿Y si fuéramos como los demás y nos dejáramos de historias?" Pero aún en esos momentos se hace una encuesta, y el 80% de los aficionados sigue defendiendo mantener la filosofía, incluso en la derrota. Y eso, en esta época del pragmatismo, es importante. Así que muchas gracias por la reflexión.
Y el año que viene iremos a la UEFA, no te preocupes ;)
11:10 p. m.
Altariel, muy cierto también... en el Camino de Santiago sentías cada día esa pequeña "eucatástrofe", ese "descanso definitivo"... ¡hasta la mañana siguiente! Pero los cristianos, claro, creemos que llegará un "descanso definitivo" de verdad; y seguro que no sobrará :)
Y Kat... te iba a contestar aquí, pero prefiero hacerlo en el privado XD Muchísimas gracias a ti también, en cualquier caso, aunque no haga falta que te lo diga :)
11:13 p. m.
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