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4 de abril de 2006
La llave de la cruz
El domingo pasado estuve en misa en una parroquia que he descubierto recientemente en mi propia calle: Santa Margarita María de Alacoque. Un descubrimiento, me está gustando mucho.
Y el sacerdote hizo un comentario que me encantó. Frente a una mayoría de asistentes ancianos, hablaba de los achaques de la edad, de la enfermedad, que ataca a mayores y a jóvenes, de las desgracias... En definitiva, del dolor. Ese dolor que ni se llama ni se merece, que no mira a quién le toca; que puede ser corporal, físico, o, a veces peor, espiritual, de ánimo: el dolor gratuito.
Ante él, uno tiene pocas alternativas. Una de ellas es la de quejarse amargamente, maldecirlo, exigir justicia a Dios o al aire, y, finalmente, caer en la desesperanza, o incluso en la desesperación, que es otra forma de decir lo mismo.
Y otra de ellas es creer en Jesús.
Creer en el Jesús que nació como todos, vivió como nadie y murió como pocos. El que nunca hizo daño, el que nunca cometió un pecado, el que vivió siempre movido por el amor... murió entre sufrimientos atroces, sin que Dios le librara de ellos. Resistió, como nos pide que resistamos nosotros nuestra cruz particular.
Porque, tras la Cruz, vendrá la Resurrección; y el dolor, aceptado con amor, será semilla de felicidad para nosotros y para el resto. La Cruz, nos dijo el párroco, tiene forma de llave; la llave que abre la puerta del misterio del dolor, y nos permite descubrir lo que oculta: que el dolor es un instrumento de santificación, que, si lo aceptamos con amor, nos hará mejores personas, nos dará fuerzas, y nos hará dar frutos en abundancia. Y no nos lo dice "en teoría", sino que Él mismo fue el primero que lo sufrió. Asumiendo nuestro dolor, y cada uno tenemos dolores que asumir, seguimos su camino... que no termina en Viernes, sino en Domingo.
Escrito por Eleder a las 11:22 p. m.
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Libros leídos en 2006
- Festín de Cuervos, de George R. R. Martin
- El Imperio de los Dragones, de Valerio Massimo Manfredi
- La canción de Cazarrabo, de Tad Williams
- La comunidad del discípulo amado, de Raymond E. Brown
- El jardÃn de humo (y otros cuentos de intriga), de G. K. Chesterton
- Tormenta de Espadas, de George R. R. Martin
- El sobrino del mago, de C. S. Lewis
- Choque de Reyes, de George R. R. Martin
- Cuentos Completos II, de Isaac Asimov
- Juego de Tronos, de George R. R. Martin
- La tierra de Canaán, de Isaac Asimov
- La maldición de Chalion, de Lois McMaster Bujold
- Tehanu, de Ursula K. LeGuin
- Harry Potter y el Misterio del Príncipe, de J. K. Rowling
- Trono de Mundo Anillo, de Larry Niven
- Jesús, una biografÃía, de A. Puig
- La esfera y la cruz, de G. K. Chesterton
- La costa más lejana, de Ursula K. LeGuin
- Correr tras el propio sombrero, de G. K. Chesterton
- Mascarada, de Terry Pratchett
- Buenos Presagios, de Terry Pratchett y Neil Gaiman
- Las tumbas de Atuan, de Ursula K. LeGuin
- Un mago de Terramar, de Ursula K. LeGuin
- Dios y el mundo, de J. Ratzinger
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¡Muchas gracias a Dan Solo por el diseño!
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4 aportaciones
La segunda es una alternativa que ofrece enseñanzas valiosas.
Pero yo me he decantado por una algo menos espiritual, pero bastante eficaz, que es ver el dolor como una de las cosas de las que no podremos librarnos nunca porque forman parte de nuestra naturaleza. E intentar ver los cambios propios y a encuadrar el dolor dentro del contexto general de tu vida ayuda a aceptarlo como lo que es.
Una vez se ha aceptado, el dolor se puede utilizar como trampolín para muchas cosas, entre otras aprender cosas sobre uno mismo y sobre las personas.
Pero uno de los antiguos conflictos que tengo con la ideología católica se resume en que la imagen que tengo de la misma (posiblemente equivocada) es que rinde un culto a una de las dos caras de la moneda y se deja la otra, en este caso el placer, en el tintero.
El dolor es poderoso. Es lo que hace avanzar al ser humano. Pero el descanso del mismo también es necesario. Y creo que en una filosofía integral debería dársele la misma importancia que al dolor.
Sencillamente creo que es necesario equilibrar la balanza de algún modo. Y en esta vida, no en la que venga después.
1:16 p. m.
QUé casualidad!!!! justo ayer leía yo "La Peste" de Albert Camus y en un momento dado un médico ateo y un cura reflexionan tras ver morir a un niño entre espasmos de dolor. Al final el cura invita al médico al sermón del domingo donde dice algo muy parecido a lo que dijo ese cura de tu barrio. Te lo copiaría aquí pero es demasiado largo.
3:32 p. m.
Keleb, ¿me pones una frase, y la busco en la versión que tengo aquí? :)
Ear, lo que es importante es no asumir que lo más importante para el hombre es "librarse del dolor". El dolor, como dices, está ahí, es un compañero, y lo estará siempre. La cuestión es hacer lo que debemos hacer, asumiendo, si es que llega, el dolor. El objetivo de Jesús no es la Cruz: Su objetivo es propagar una Buena Noticia, algo que proporciona sentido, y, con ello, nos libra de los peores miedos y nos da el placer de saber quiénes somos. La cruz es la consecuencia de defender esa noticia en un mundo con una gran presencia del mal. Y eso da sentido a nuestras propias cruces.
Ahora, sobre la relación de la doctrina católica y el placer, habría bastante (y muy interesante) que hablar. Para otro día :)
3:46 p. m.
Vamos a ver. El texto es largo y va desgranando muchas ideas. La conversacion esta al principio del largo capitulo 4, cuando Rieux el medico y Paneloux el cura, hablan tras ver morir a un ninyo sufriendo. Te copio un cacho del sermon del cura en la misa siguiente. Perdon por las faltas de puntuacion y la ausencia de tildes pero es que Toni esta instalando Linux y no se que le pasa al teclado.
"?Quien podria afirmar que una eternidad de dicha puede compensar un instante de dolor humano? No sera ciertamente un cristiano, cuyo Maestro ha conocido el dolor en sus miembros y en su alma. No, el padre(Paneloux) seguiria al pie del muro, fiel a este desgarramiento cuyo simbolo es la cruz, cara a cara con el sufrimiento de un ninyo;. Y diria sin temor a los que escuchaban ese dia/ Hermanos mios, ha llegado el momento en que es preciso creerlo todo o negarlo todo. Y ?quien de entre vosotros se atreveria a negarlo todo?"
Un poco mas adelante dice< ...el amor a Dios es un amor dificil. Implica el abandono total de si mismo y el desprecio de la propia persona. Pero solo El puede borrar el sufrimiento y la muerte de los ninyos, solo El puede hacerla necesaria, mas es imposible comprenderla y lo unico que nos queda es quererla.
Esto esta un poco descontextualizado. Para entender bien todo hay que leer la conversacion con el medico y el sermon completo. Pero te lo he copiado para que puedas buscarlo.
8:41 p. m.
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