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14 de marzo de 2006
Qué quiero ser de mayor
Últimamente, varias personas de mi alrededor han manifestado su preocupación por haber o no haber cumplido sus expectativas personales; han echado una mirada atrás, y han pensado si su situación actual responder a sus sueños, sus ilusiones y sus esperanzas de la infancia y la primera juventud. Si son quien querían haber sido.
Yo no he sido ajeno a estas disquisiciones, como es natural. Y ese diálogo entre el yo-presente y el yo-pasado creo que puede ser muy enriquecedor. Pero lo más curioso es que esto me ha hecho pensar no tanto sobre las realidades, sino sobre las expectativas.
En ese "qué quiero ser de mayor" muchas veces hemos volcado ilusiones, sueños y esperanzas varias: quizás no tanto de status social pero sí de comodidad; de poder realizar los viajes que siempre hemos deseado; de tener tiempo libre para nuestros hobbies; de tener un trabajo que nos realizara... Y, cuando todo esto falla, cuando seguimos en el paro o con trabajos tristes, a punto de llegar o sobrepasando ya los treinta años, reconozco que es normal que nos quede esa sensación de "no estoy consiguiendo lo que debiera".
Pero, sobre todo para un cristiano, hay una única respuesta correcta a la pregunta "qué quiero ser de mayor": "una mejor persona". Si hubiéramos enfocado nuestras expectativas a "espero ser alguien que escuche más, que sea humilde pero a la vez atrevido, que no me preocupe tanto por la comodidad, no odiar, vivir todo lo que me ocurra con alegría"... Si hubiéramos hecho todo eso, tendríamos una mejor medida para saber si estamos cumpliendo no sólo con nuestras expectativas, sino con las de Dios; si estamos consiguiendo crecer de verdad.
Y, sobre todo, nos daríamos cuenta de que, a diferencia de las otras... estas expectativas única y exclusivamente dependen de nosotros. Nadie nos las puede dificultar ni arrebatar. Y seríamos libres para llevarlas a cabo.
¿No es un buen plan?
Escrito por Eleder a las 2:57 a. m.
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Libros leídos en 2006
- Festín de Cuervos, de George R. R. Martin
- El Imperio de los Dragones, de Valerio Massimo Manfredi
- La canción de Cazarrabo, de Tad Williams
- La comunidad del discípulo amado, de Raymond E. Brown
- El jardÃn de humo (y otros cuentos de intriga), de G. K. Chesterton
- Tormenta de Espadas, de George R. R. Martin
- El sobrino del mago, de C. S. Lewis
- Choque de Reyes, de George R. R. Martin
- Cuentos Completos II, de Isaac Asimov
- Juego de Tronos, de George R. R. Martin
- La tierra de Canaán, de Isaac Asimov
- La maldición de Chalion, de Lois McMaster Bujold
- Tehanu, de Ursula K. LeGuin
- Harry Potter y el Misterio del Príncipe, de J. K. Rowling
- Trono de Mundo Anillo, de Larry Niven
- Jesús, una biografÃía, de A. Puig
- La esfera y la cruz, de G. K. Chesterton
- La costa más lejana, de Ursula K. LeGuin
- Correr tras el propio sombrero, de G. K. Chesterton
- Mascarada, de Terry Pratchett
- Buenos Presagios, de Terry Pratchett y Neil Gaiman
- Las tumbas de Atuan, de Ursula K. LeGuin
- Un mago de Terramar, de Ursula K. LeGuin
- Dios y el mundo, de J. Ratzinger
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¡Muchas gracias a Dan Solo por el diseño!
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4 aportaciones
¡Muy bueno!
Y ser cristiano no es "ser una buena persona", porque se puede serlo sin ser cristiano y porque ser cristiano se define de otra manera. Pero esto es un raye mío, entiendo lo que quisiste decir.
Me paso hace poco cuando alguien decía ser un tipo muy responsable y que si todos fueran cumplidores y etc. el país mejoraría. Y yo le dije que prefería no pagar un impuesto pero tener menos odio, o bronca, o envidia.
Claro, siendo mejores personas se traducirá en que luego seremos buenos pagadores de impuestos y buenos ciudadanos y etc.
Uy que largo; ya está.
1:05 p. m.
Yo tengo 30 años, y estoy de acuerdo con lo que dices. A esa edad se pueden haber tomado decisiones vitales en el sentido más pleno del término. Es bueno mirar atrás y aprender, arrepentirse, sonreir o dar gracias. De hecho creo que sería una necedad mirar atrás y no arrepentirse de nada o no ser capaz de evocar nada que nos traiga esa sonrisa.
En el fondo se puede plantear este tema como una tensión entre tener o ser. Hay la clara tentación de querer evaluar la vida con logros o realizaciones, en vez de quererla valorar en entrega, responsabilidades, madurez y amor.
Yo cuando sea mayor, quiero ser capaz de arrepentirme y empezar de nuevo todas las veces que haga falta, llevar en el rostro una sonrisa que hable calladamente de lo que llevo dentro y ser capaz de amar cada vez más. No está mal para un pastor, ¿verdad? ;)
9:36 p. m.
Bueno, habiendo pasado esta semana con mi familia, con mis abuelos, ya no me preocupa lo que soy de mayor, de todas formas, cuando sea viejo , lo voy a olvidar.
Me preocupa más si, cuando deje de ser productivo, me quedaré arrinconado sentado en una butaca al fuego, sólo; quizás con menos suerte que mis abuelos, ya que éstos tienen hijos y nietos, y aunque no seamos de lo mejor, almenos algunos no nos importa estar sentados horas haciendo compañía.
2:53 p. m.
Mi experiencia me dice que el quiere algo tiene que moverse.
Tanto para los sueños como para todo lo demás.
Pero tb creo que algunos estan gafados, y lo que otros consiguen con facilidad, se les niega una y otra vez.
Mis sueños no son muchos y hago limpieza de vez en cuando para motivarme y para darme cuenta de que cosas tienen sentido y que no.
No estoy a disgusto con mi vida, pero creo que aun me falta mucho por hacer, por vivir.
Y, claro unos dias se ven las cosas mas claras que otras.
1:43 p. m.
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