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1 de marzo de 2006
Empieza la cuaresma
Hoy es Miércoles de ceniza (muy bien explicado en ese enlace). Esta noche, en la eucaristía, seguiremos profundizando en el misterio de la humildad (que, como bien nos recuerda www.encuentra.com, viene de "humus", tierra) con la imposición de la ceniza.
Es día de ayuno y abstinencia. En España, se asume como ayuno el "no tomar más de una comida fuerte al día"; son días de ayuno el miércoles de ceniza y el viernes santo. Todos los viernes de cuaresma, además, son días de abstinencia: no tomar carne. Y sí, sabemos que "si alguien prefiere el pescado a la carne entonces no se está sacrificando por no comerla, y bla, bla", todos lo hemos dicho muchas veces; pero la abstención de carne es un mero símbolo de privación y penitencia, y cada uno debe encontrar el suyo, además de unirse al de toda la Iglesia.
Y yo he decidido el mío; durante toda la cuaresma, he hecho la promesa de no tomar nada de chocolate. Y espero que mis lectores sean conscientes de lo que eso supone para mí (glups).
Mmm... dudé si decirlo o no; suele ser bueno guardar las cuestiones penitenciales en silencio. Pero, por otra parte, puede servir de testimonio. Y es que la Cuaresma expresa una de las verdades fundamentales de la vida: que a veces es necesario privarse de cosas y "autolimitarse" para ser feliz. Ésta es una verdad evidente para cualquiera que haya jugado de niño: si no hay reglas, no hay diversión.
Algunas de las reglas existen por nuestra salud, correcto. Pero no es éste el caso de la abstinencia de carne.
Sin embargo, es bueno, sano incluso, que existan reglas "arbitrarias". Es la "arbitrariedad" del "vosotros no podéis tocar el balón con las manos, bueno, tú sí" lo que da sentido y permite el disfrute de algo como el fútbol, ¿no? Y estas reglas arbitrarias están, como tantas veces lo comenta Chesterton, en el fondo de los mejores cuentos de hadas y mitos: "no cogerás la manzana del Árbol del Bien y el Mal"; "no irás a casa más tarde de medianoche"; "no viajarás al Oeste"... Y obedecer es bueno, cuando el obedecido lo merece.
Por otra parte, Cuaresma es época de privación; buena ocasión para acordarnos de los que viven privados de todo. Y época de conversión: abrir nuestro corazón para ser llamados al servicio de los otros.
Sabiendo que esto no nos librará del dolor, de la muerte, pero sin olvidar que, después, tenemos prometida la Resurrección.
¡Feliz Cuaresma, pues!
Escrito por Eleder a las 3:00 p. m.
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Libros leídos en 2006
- Festín de Cuervos, de George R. R. Martin
- El Imperio de los Dragones, de Valerio Massimo Manfredi
- La canción de Cazarrabo, de Tad Williams
- La comunidad del discípulo amado, de Raymond E. Brown
- El jardÃn de humo (y otros cuentos de intriga), de G. K. Chesterton
- Tormenta de Espadas, de George R. R. Martin
- El sobrino del mago, de C. S. Lewis
- Choque de Reyes, de George R. R. Martin
- Cuentos Completos II, de Isaac Asimov
- Juego de Tronos, de George R. R. Martin
- La tierra de Canaán, de Isaac Asimov
- La maldición de Chalion, de Lois McMaster Bujold
- Tehanu, de Ursula K. LeGuin
- Harry Potter y el Misterio del Príncipe, de J. K. Rowling
- Trono de Mundo Anillo, de Larry Niven
- Jesús, una biografÃía, de A. Puig
- La esfera y la cruz, de G. K. Chesterton
- La costa más lejana, de Ursula K. LeGuin
- Correr tras el propio sombrero, de G. K. Chesterton
- Mascarada, de Terry Pratchett
- Buenos Presagios, de Terry Pratchett y Neil Gaiman
- Las tumbas de Atuan, de Ursula K. LeGuin
- Un mago de Terramar, de Ursula K. LeGuin
- Dios y el mundo, de J. Ratzinger
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¡Muchas gracias a Dan Solo por el diseño!
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3 aportaciones
Me parece muy bueno eso de "además de" en negritas.
1:04 a. m.
Hoy me voy de Curso de Retiro, me propondré una pequeña penitencia para la Cuaresma. ¡Pequeña, no tan grande como la del chocolate!.
11:30 a. m.
San Pedro de Alcántara, un santo muy penitente del glorioso XVI español en tantas cosas, le dijo a Santa Teresa de Jesús durante una aparición, pues ya había fallecido: "¡penitencia, penitencia, que tanta gloria me has dado!" Puede que la penitencia parezca algo desfasado al espiritu de hoy, y sin embargo es el espíritu de obediencia a la voluntad de Dios lo que hace que tenga tanto valor como obra de amor ante sus ojos. ¡Cuanto debe de sonreir Dios al ver que le tomas en serio y quieres ofrecerle lo grande (el chocolate) y lo pequeño (...)! :D
¡Animo!
10:13 p. m.
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