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14 de diciembre de 2005
Sobre la penitencia
Me advierten un par de lectores de que no he sido preciso al hablar del sacramento de la penitencia en un post anterior. ¡Gracias! Es verdad que muchas veces no intento realmente ser exhaustivo, sino sólo dar impresiones generales; pero siempre agradezco estas puntualizaciones.
En este caso, me han servido para animarme a poner en negro sobre blanco lo que son, para la Iglesia, los verdaderos requisitos para el perdón de los pecados. No creo que así se elimine el mito de "actúas mal, te confiesas y ya está", pero alguno habrá interesado, pienso yo.
Primero, apunto que es un sacramento de pura base evangélica, no un invento tardío de los católicos: "A quienes perdonéis los pecados les serán perdonados" (Jn 20, 23). De todos modos, el único que perdona es Dios: los sacerdotes lo hacen sólo en su nombre.
Se definen cinco requisitos para una buena confesión:
- Examen de conciencia
- Arrepentimiento
- Contrición (o sea, "propósito de enmienda", el "nunca más pecar")
- Confesión (propiamente dicha)
- Penitencia o "satisfacción"
En resumen: para que una confesión sea correcta, es preciso haber examinado bien los actos realizados, arrepentirse con sinceridad, tener el propósito de no volver a pecar, y si se impone algún tipo de penitencia o acto de reparación, cumplirlo. Y esto no es sólo "rezar cuatro avemarías", sino que pueden ser actos de verdadera reparación: "pídele perdón", "devuelve lo que has robado", "restablece la reputación a aquél al que calumniaste"... Esto es una parte intrínseca del sacramento (aunque "corregir el daño causado" no basta, por sí solo; los que hemos leído El juego de Ender y sus secuelas bien lo sabemos).
En caso de peligro de muerte, todo sacerdote, aun el que carece de la facultad de oír confesiones, puede absolver de cualquier pecado (dice el Catecismo) e incluso, curiosamente, de la excomunión.
Y otras muchas cosas que se podrían decir, pero baste por hoy... al menos para reparar mi imprecisión del post anterior.
Escrito por Eleder a las 1:17 a. m.
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Libros leídos en 2006
- Festín de Cuervos, de George R. R. Martin
- El Imperio de los Dragones, de Valerio Massimo Manfredi
- La canción de Cazarrabo, de Tad Williams
- La comunidad del discípulo amado, de Raymond E. Brown
- El jardÃn de humo (y otros cuentos de intriga), de G. K. Chesterton
- Tormenta de Espadas, de George R. R. Martin
- El sobrino del mago, de C. S. Lewis
- Choque de Reyes, de George R. R. Martin
- Cuentos Completos II, de Isaac Asimov
- Juego de Tronos, de George R. R. Martin
- La tierra de Canaán, de Isaac Asimov
- La maldición de Chalion, de Lois McMaster Bujold
- Tehanu, de Ursula K. LeGuin
- Harry Potter y el Misterio del Príncipe, de J. K. Rowling
- Trono de Mundo Anillo, de Larry Niven
- Jesús, una biografÃía, de A. Puig
- La esfera y la cruz, de G. K. Chesterton
- La costa más lejana, de Ursula K. LeGuin
- Correr tras el propio sombrero, de G. K. Chesterton
- Mascarada, de Terry Pratchett
- Buenos Presagios, de Terry Pratchett y Neil Gaiman
- Las tumbas de Atuan, de Ursula K. LeGuin
- Un mago de Terramar, de Ursula K. LeGuin
- Dios y el mundo, de J. Ratzinger
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