"Eman ta zabal zazu munduan frutua" ("Gernikako Arbola", de Iparragirre)

7 de octubre de 2005

Por favor, finjamos

He terminado uno de los libros fundamentales de CS Lewis, Mero Cristianismo. Interesante. Se compone de un buen número de charlas que dio por la radio, donde trató de hacer accesibles a toda la población un buen número de los elementos compositivos básicos del cristianismo. En este afán, por momentos se hace demasiado simplista; supongo que por cosas así Tolkien le llamaba "everyman's theologian".

Pero el libro, como era de esperar, tiene un gran número de hallazgos. Y uno de ellos es el que quiero recordar aquí: el elogio que Lewis hace del fingimiento.

Incluso en el nivel humano hay dos clases de fingimiento. Está la clase mala, en la que el fingimiento está ahí en vez de la cosa auténtica: como cuando un hombre finge que va a ayudaros en vez de ayudaros realmente. Pero también está la clase buena, en la que el fingimiento conduce a la cosa real. Cuando no os sentís particularmente amistosos pero sabéis que deberíais sentiros, a menudo lo mejor que podéis hacer es poner cara de buenos amigos y comportaros como si en realidad fuerais una mejor persona de lo que realmente sois. Y en pocos minutos, como todos hemos podido darnos cuenta, realmente os sentiréis más amistosos de lo que os sentíais. A menudo, la única manera de adquirir una cualidad en realidad es empezar a comportarnos como si ya la tuviéramos [...].

Pues bien; en el momento en que os dais cuenta de que estáis fingiendo ser Cristo, es sumamente probable que instantáneamente veáis una manera en que el fingimiento pudiera tener menos de fingimiento y más de realidad. Encontraréis que en vuestra mente tienen lugar varias cosas que no tendrían lugar si verdaderamente fuerais hijos de Dios. Pues bien, detenedlas. O tal vez os deis cuenta de que, en vez de estar rezando vuestras oraciones, deberíais estar abajo escribiendo una carta o ayudando a vuestra mujer a fregar los platos. Pues bien, hacedlo.

Ya veis lo que está ocurriendo. El Cristo en Persona, el Hijo de Dios que es Hombre (igual que vosotros) y Dios (igual que su Padre) está realmente a vuestro lado y está ya desde ese momento ayudándoos a transformar vuestro fingimiento en realidad.


Habrá quien no encuentre diferencia entre este fingimiento y la mera hipocresía. Yo mismo creí pensar así en tiempos. Hoy agradezco haber aprendido que la diferencia es fundamental.

Escrito por Eleder a las 9:26 p. m.

2 aportaciones

Anonymous Anónimo dijo:

Hola Eleder!

He enviado este post a varios amigos y alguno ya me ha contestado. Es muy interesante el texto de Lewis.

Espero que alguno se anime a dejarte su opinión, anónimamente.

Un saludo,

Elher, cuasitocayo...

4:18 p. m.

 
Anonymous Anónimo dijo:

Hola Eleder!
Soy uno de los amigos de Elher y efectivamente es muy cierto que intentar, ponerse en camino, contuniar moldeándose uno mismo, pasar de la potencia al acto es fingir mirando hacia una dirección, porque todavía no eres lo que quieres llegar a ser pero te pones manos a la obra. A buscar la Verdad , amigos!
Un abrazo Josemi.

7:19 p. m.

 

Publicar un comentario

<< Home

Blogs (renovando links...)
 Esperando Nacer
 Splendor veritatis
 Una rusa en Barcelona
 Mar Adentro (Lc 5,4)
Blogs amigos (renovando links...)
 Docking Bay 94
 Cuaderno de bitácora del Vingilot
 Íberos
 Dance de la Mort
Cosas que hacer

El Transsiberiano
Correr una maratón
El GR-10 entero
Los 100 montes

agosto 2005
septiembre 2005
octubre 2005
noviembre 2005
diciembre 2005
enero 2006
febrero 2006
marzo 2006
abril 2006
mayo 2006
junio 2006
julio 2006
agosto 2006
septiembre 2006
octubre 2006
noviembre 2006
diciembre 2006
enero 2007
febrero 2007
marzo 2007
mayo 2007
junio 2007
julio 2007
diciembre 2008
enero 2009
febrero 2009
marzo 2009
abril 2009
mayo 2009
junio 2009
septiembre 2009
octubre 2009
diciembre 2009
diciembre 2010
junio 2012
enero 2013
Libros leí­dos en 2006

¡Muchas gracias a Dan Solo por el diseño!